Por años, misteriosas señales fueron escuchadas a intervalos regulares. Las señales eran siempre los lunes a la mañana a las 11:15 y desaparecian del éter a las 11:25. Los radioaficionados que estuvierón tratando de ubicar al operador fantasma tuvierón poca suerte. Este era un código secreto y siempre en la misma frecuencia.
Entonces, un par de Exploradores Scouts procedentes del noroeste de Washington, accidentalmente llegaron a una cabina aislada 175 millas al noreste de Deming y vieron que el techo estaba construido con paneles solares. Al entrar a la aparentemente abandonada cabina, encontraron los restos de un operador (la señal distintiva se mantiene confidencial hasta notificarle a sus parientes más cercanos) quien había fallecido muchos años atrás. Lo único que quedaba era el esqueleto de la mano. Lo demás había sido destruido por animales salvajes. El esqueleto de la mano descansaba sobre un manipulador de bronce dañado por el clima. La radio todavía permanecía encendida alimentada con las celdas solares. Allí descubrieron cómo las señales fantasmas salían al aire! Los lunes a las 11:15 de la mañana una compañía minera provocaba explosiones en las montañas para hacer un nuevo camino a través de los cañones. Ellos confirmaron a los reporteros que siempre hacían voladuras a esa hora. Las explosiones hacían vibrar la mano y de esa forma las misteriosas señales eran enviadas al aire. Y así, otro radioaficionado se hizo famoso por enviar su mensaje después de muerto! Las últimas noticias dicen que ahora intentan sancionar al operador fantasma por enviar mensajes criptografiados que no podían ser leídos por los operadores de la FCC, los cuales facturaron al gobierno U$S 4.000.000 por tratar de decodificar las transmisiones.